Baba real

Baba. Sólo hay baba. Mires a donde mires…baba; no importa lo que leas…baba; con independencia de a qué  medio te asomes…baba; que programa conectes…baba; qué periódico compres…baba.

Baba borbónica que rezuma adhesiones de generosa baba al monarca que abdica y al príncipe dispuesto a coronar su reinado de baba. Homenaje de baba empalagosa que procura surtidas majestades, aluviones de baba. Ley Sálica que apenas se menciona mientras se ensalza el virtuoso modernismo de la regia baba homologada.

Baba cuartelera, en uniforme de gala; baba de salón y escaparate, de mantilla y tricornio, de pasodoble y peineta. Derecho de la baba bastarda que reclama se acepte su apellido. Baba de la nobleza, baba “republicana” y de “hondas raíces” asegura un súbdito baboso a la par que declara la urgencia de investir la nueva y soberana baba. Baba de una transición congestionada de miedos y amenazas.

Baba en diferido, baba “unida y diversa” que pregona la baba que renuncia un siglo más tarde, como ya revelara “mosaico de colores” quien le precediera y designara rey de oro, de copas, de bastos  y de baba. Baba en blanco y en negro, cuentos y cuentas de baba, baba prevenida, baba improvisada, comisiones de baba, baba inmune e inviolable, baba reservada, baba retrospectiva, baba almibarada, baba torera, safari de baba, baba cardenalicia, verbenera baba, baba a cinco columnas, baba en el Cuatro, baba en el Cinco, baba en la Sexta, baba en todos los canales y tertulias, baba olímpica, baba española, baba por todas partes… ¡Mundial de baba! Baba Popular, Baba del Santander… BBaVA

Carta de un perro

Mi estimado Koldo. No teniendo a nadie a quien recurrir le escribo esta breve nota en la esperanza de que se haga cómplice de mi canina indignación.

Es verdad, sí, lo admito, soy un perro, pero no por ello, ni yo ni mis semejantes, estamos obligados a tener que soportar sin inmutarnos ultrajes y agravios, que también constituye maltrato animal difamar nuestro buen nombre y hacer escarnio de nuestra condición.

Por si no fueran suficientes contra los perros y perras todas las expresiones discriminatorias de las que el diccionario apenas recoge algunas como “pasó más hambre que un perro” o “tuvo una perra vida”, una empresa dedicada a instalar sistemas de alarma en los hogares, en su televisiva publicidad, no ha encontrado otra mejor razón para vender su producto que hacer mofa de nuestra especie.

-“Si los ladrones entran en su casa –propone el anuncio- ¿Quién va a alertar a la policía? ¿El perro?”

¿No tenían esos publicistas otro argumento menos denigrante? ¿No podían haber ideado un anuncio en el que no se hiciera burla de los perros? ¿Es que no se concibe la existencia de un perro en una casa que no sea como defensa?

Y lo pregunto porque yo también podría jugar a abrir interrogantes que yo mismo responda. De hecho, tengo algunas preguntas al respecto. Si los ladrones desconectan la alarma o, simplemente, se estropea, se va la luz, o se le olvidó al inquilino conectarla… ¿quién va a hacerles desistir a los ladrones de entrar en la casa? ¿Quién a fuerza de aullidos va a alertar a los vecinos? ¿Quién va a morderles las canillas a los ladrones hasta provocar su huida? ¿Quién va a perseguirles por la calle?

Y en el peor de los casos ¿quién va a consolar al inquilino de la casa al día siguiente del robo? ¿La alarma?