Países de mierda

Cuando días atrás el presidente estadounidense Donald Trump se refería a ciertos “países de mierda” de los que no quiere inmigrantes, también citaba a Noruega como ejemplo de aquellas naciones de quienes sí los aceptaría encantado.

Siempre por ayudar, le propongo dos noruegos a los que dar acogida. El primero es Johan Galtung, un sociólogo y matemático noruego, profesor de la Universidad Europea de la Paz y todo un experto en temas relacionados con la paz y los conflictos sociales,

El segundo noruego que propongo como candidato a ser acogido como inmigrante en los Estados Unidos de Trump es Anders Behring Breivik. Tal vez el mejor ejemplo del tipo de inmigrantes que Trump desea ya que no profesa religiones de mierda sino la católica; no es negro ni mestizo sino blanco de ojos azules; no estudió en ninguna madraza talibana sino en una cara universidad privada; tampoco come frijoles o enchiladas sino sopa de reno; no procede de ninguna favela sino de una hermosa granja noruega; no frecuentaba galleras sino el estadio de fútbol del FK Lyn del que era aficionado; no era miembro de ninguna mara o cartel sino del Partido del Progreso noruego; y tampoco es un antisemita sino un ferviente defensor del Estado de Israel.

El único inconveniente que podría darse con estos dos candidatos a emigrar a Estados Unidos es que Johan Galtung, ni antes ni ahora (ya tiene 87 años), parece interesado en emigrar al país a cuyo gobierno acusa de ser el principal terrorista del mundo. Lo dejó claro durante un seminario sobre terrorismo celebrado en España en el 2004: “Estados Unidos, desde la segunda guerra mundial, ha realizado 70 intervenciones militares que han causado la muerte de entre 12 y 16 millones de personas, el 95% de las cuales eran civiles. Hitler ocasionó la muerte de 11 millones de personas. No hay duda de que el principal terrorista del mundo actual está en Washington”.

Y en el caso de Anders Behring, que sí podría estar decidido a obtener la ciudadanía estadounidense, el problema que tiene es que está en la cárcel por el asesinato en julio del 2011 de 8 personas en el centro de Oslo al hacer estallar una bomba y, horas más tarde, del asesinato a tiros de 69 jóvenes que participaban en un campamento de verano en la isla noruega de Utoya porque no le agradaban ni los musulmanes, ni los comunistas, ni los inmigrantes.

 

(Euskal presoak-euskal herrira)

 

Nada nuevo bajo el sol

Por más que los grandes medios de comunicación insistan en hablar de innovaciones, de novedades, de cambios, de nuevas tendencias, la verdad es que no hay nada nuevo bajo el sol. Tampoco esta frase. Todo vuelve, todo se recicla. Modas, costumbres, políticos, declaraciones…

Donald Trump afirmaba días atrás que “Estados Unidos no debería recibir inmigrantes de países de mierda”, pero ya mucho antes el empresario informático Bill Gates vino a decir lo mismo durante un viaje por la India en el 2002, solo que con la elegancia que se le supone a un caballero como el filántropo estadounidense: “Estados Unidos necesita leyes de inmigración que permitan la entrada al país de gente inteligente”.

En 1970, meses antes de que Salvador Allende ganara las elecciones en Chile, Henry Kissinger, aquel nazi reconvertido en secretario de Estado de los Estados Unidos declaraba que: “No podemos permitir que un país se vuelva comunista debido a la irresponsabilidad de su pueblo”, que viene a ser lo mismo que la zafia vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría acaba de hacer público en estos días: “Respetamos totalmente a los catalanes pero es inaceptable que aprovechen unas elecciones para votar lo que les da la gana”.

No hay nada nuevo bajo el sol… tampoco la mierda.

(Euskal presoak-euskal herrira)

«México lindo y querido…»

México lindo y querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí…”.

Guadalupe Campanur Tapia no murió lejos de México. Tampoco murió. Fue asesinada en México. El cadáver de la ambientalista fue hallado la semana pasada cerca de una carretera de Michoacán. Su defensa de los derechos indígenas, de la mujer y de la naturaleza le han costado la vida.

Yo le canto a sus volcanes, a sus praderas y flores que son como talismanes del amor de mis amores…” sigue diciendo la famosa copla mexicana. En los últimos 8 años han sido asesinados en México 44 ambientalistas.

Que me entierren en la sierra al pie de los magueyales y que me cubra esta tierra que es cuna de hombres cabales.”

Un informe del Instituto Nacional de las Mujeres titulado “México Feminicida” revela que el pasado año fueron asesinadas en México 12. 811 mujeres, alrededor de mil mujeres asesinadas al mes, más de 30 al día.

Voz de la guitarra mía al despertar la mañana quiere cantar su alegría a mi tierra mexicana”.

Durante el 2017 fueron asesinados en México 12 periodistas que se atrevieron a cantarlo. El Sistema Nacional de Seguridad cifra en más de 25.000 los asesinatos ocurridos en ese país centroamericano.

México lindo y querido…”.

(Euskal presoak-euskal herrira)

Catalunya

La primera vez que oí hablar de ella yo era un niño y fue gracias a mi abuelo. Vivía en Barcelona y cuando por Navidades regresaba a Pamplona no era él quien volvía sino los Reyes Magos. Me enamoré de Catalunya escuchando a Serrat y a su tieta, su Hernández, su Mediterráneo. La amé cuando conocí a Lluis Llach y de su voz L´estaca, su Viatge a Itaca, sus Campanades a Morts en homenaje a los cinco vitorianos asesinados en marzo de 1976. Y ese amor fue agregando nombres: Xirinacs, Julián Grimau, Gaudí, Puig Antich, Oriol Solé, Pau Casals, Ferrer Guardia…

La he seguido amando todos estos años en que también se ha vuelto patria de mi hija Irene. A ella debo la estelada que cuelga en mi habitación y la que llevo en mi muñeca. Hasta me volví culé (un culé del Athletic) pero si alguna imagen guardo de ese amor allá donde ni el olvido ni el miserable llega, es la de esa Catalunya unida y cohesionada, la de ese generoso tejido social que puso en la calle a estudiantes, obreros, trabajadoras, bomberos, deportistas, enfermeras, músicos, vecinos y vecinas defendiendo su derecho a parir una república catalana, a pesar del escarnio, de las amenazas, de los golpes, de la cárcel y el exilio. Y es verdad que el parto va a ser doloroso pero mientras pujen unidos, de la mano, habrá república.

(Euskal presoak-euskal herrira)

Gramática

Descabezar, destrozar, desmantelar… son verbos, cotidianos verbos, siempre en boca de todos pero solo en manos de los mismos. Ayer era Netanyahu, primer ministro israelí el que apelaba a ellos: “Hay que desmantelar la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos”.

Hace unos días fue la vicepresidenta española Sáenz de Santamaría la que se jactaba y reconocía haber desmantelado el proceso catalán: “¿Quién ha hecho que los independentistas no tengan líderes porque están descabezados?”

El periódico El País ya lo había anunciado en octubre: “Rajoy descabeza el referéndum ilegal”.

Antes fue el director de la Oficina Antifraude en Catalunya, Daniel de Alfonso, cuando se felicitaba junto al ex ministro de Interior español Fernández Díaz, de los grandes éxitos obtenidos: “¡Les hemos destrozado el sistema sanitario!”

Y hay partidos europeos como el de la Libertad en Holanda y en Austria, la Liga Norte italiana, Alternativa para Alemania o el Frente Nacional de Le Pen que también insisten: “Hay que desmantelar la Unión Europea para salvar a Europa”.

No, no es kale borroka, es el signo de los tiempos que nos proponen los jíbaros en los tres verbos que mejor conjugan. Y así ha de ser hasta que todos aprendamos gramática, aunque sea parda.

(Euskal presoak-euskal herrira)