El primero, en singular, nos habla de la guerra: “Los niños y niñas de Ucrania llevan demasiado tiempo bajo las bombas”. Los niños y niñas palestinas no. Palestina puede seguir bajo las bombas porque no lleva tantos años como para que la ong inglesa “Save the Children” se acuerde de las niñas y niños palestinos, yemeníes, saharauis, sirios, libios…
El anuncio tampoco aclara cuando las bombas son tolerables o excesivas porque, tal parece que el problema consista en que “llevan demasiado tiempo” bombardeados. ¿Sería más aceptable si se les bombardeara menos? ¿Solo en verano? Por cierto, hace decenas de años que niños y niñas palestinas son bombardeados por el régimen israelí. ¿No será también demasiado tiempo, demasiada impunidad?
El segundo anuncio aparece hasta en la sopa y nos invita, en tono grandilocuente, a ver un espectáculo inolvidable que no podemos dejar de ver, a cargo de una compañía de danza china radicada en Nueva York para que “conozcamos China antes del comunismo”.
Como se sabe, antes de Mao, China era un país maravilloso en el que todo el mundo iba danzando por la calle, arriba y abajo, loco de contento y lleno de colores, y es una burda mentira que hubiera japoneses en Manchuria, británicos en Hong Kong, portugueses en Macao, europeos en Pekín, por todas partes, y alianzas militares occidentales (la alianza de las 8 naciones) sometiendo a quienes no se conformaban con pasarse el día bailando por la calle.
(Preso politikoak aske)
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