Invitación al emigrante

Cronopiando

Koldo Campos Sagaseta

 

Invitación al emigrante

 

Cada vez que el llamado primer mundo deposita en costas africanas sus tóxicos residuos, además de las muertes y la destrucción que provoca y emplaza para el futuro, está invitando a quienes enferman y matan a emigrar a Europa y a Estados Unidos.

Cada vez que, esquilmados sus propios mares, mandan las grandes potencias sus flotas pesqueras para arrasar los caladeros de Somalia y otros pueblos, están invitando a quienes empobrecen y matan a emigrar a sus modernas y democráticas naciones.

Cada vez que los intereses del mercado suman o restan beneficios, quitan o ponen gobiernos, trazan o mueven fronteras, están invitando a quienes dividen y matan a emigrar a sus enormes y pobladas urbes.

Cada vez que en nombre del progreso, con nuestra indiferencia o nuestros votos, arruinamos sus campos, saqueamos sus minerales,  hurtamos sus recursos, estamos invitando a quienes hemos despojado de sus bienes y derechos a emigrar al piso que nos queda al lado.

Nos guste o nos disguste son nuestros invitados. Y como a todo invitado que se precie, puestos a venir y a tomar asiento en nuestra mesa, sólo les pido la cordura que aquí ya no tenemos, la dignidad que hemos perdido, la razón que seguimos negando, tal vez ese amor que nos compense el odio en que vivimos. Sólo les pido que nos ayuden a desarmar la hipocresía, a dejar sin efecto la avaricia, a renunciar al fraude, a encontrar la moral, a reinstaurar la ética; que nos enseñen a compartir y que aprendamos a ser naturaleza… y, sobre todo, si es que fuera posible, les ruego que no vengan a matar elefantes.

 

Discreción informativa

Hay dos formas de ignorar una noticia. La más común es desterrarla, negarle los favores de titulares y páginas, silenciar su historia. Otra manera, más perversa si cabe, es publicarla pero, discretamente, de puntillas, sin hacer ruido, compartiendo espacio con un múltiple parto en Hospitalet y el rumor de la boda de un famoso torero.

Entre el feliz natalicio y las posibles nupcias, por ejemplo, se desliza el caso de Pedro Pierry, ministro de la Corte Suprema de Chile, cuyo voto fue determinante para que el proyecto Hidroaysén, que se propone la construcción de cinco centrales hidroeléctricas en la Patagonia, siguiera adelante a pesar del general rechazo de la sociedad chilena. Las empresas Colbún y Endesa tienen a su cargo el megaproyecto que ecologistas y comunidades afectadas denuncian como un absoluto despropósito cuyo daño ambiental es tan incalculable como el lucro que les supondrá a esas empresas tan sórdido negocio.

El presidente del Senado de Chile, hacía público recientemente un dato esclarecedor: Pedro Pierry, el honorable juez cuyo fallo legalizara el despojo, tiene acciones en Endesa por valor de 200 mil dólares.

Y no hay más que repasar la ilustre nómina de asesores con que cuentan ciertas multinacionales, la misma Endesa disfruta de la vasta experiencia de Elena Salgado y José María Aznar, para entender hasta qué punto cotizan en la Bolsa los fallos de un Tribunal Supremo o se endosan los servicios prestados por pasados reajustes de un gobierno.

Por cierto, el parto fue de quintillizos y el torero, finalmente, no se va a casar.