El problema no es la monarquía

 

Antes de que las llamas se extiendan y arda el bosque, ya los grandes partidos del Estado español y los principales medios de comunicación parecen coincidir en que las confidencias grabadas entre el cortesano comisario y la cortesana real que tan mal parado han dejado al rey emérito, son viejos asuntos ya prescritos, que carecen de importancia, y que es mejor no remover las excreciones palaciegas no vaya a ser que salpiquen. El silencio pactado, sin embargo, entre partidos y medios para evitar que el incendio se propague no resuelve el problema porque no se trata de saber si el rey es un vulgar defraudador de Hacienda, que no lo es, o un notable contribuyente del erario público. El problema es la monarquía.

Si el rey tuviera, que no la tiene, la desgraciada muerte de su hermano bajo su conciencia y sí una familia en su memoria; si más que demandas y bastardos, que no los hay, hubiera procreado una descendencia reconocida; si no fuera inviolable su figura, que si así fuera lo es a su pesar, y sí sujeto de ley; si fuera un hipócrita, que tampoco, y sí un hombre sincero; si fuera un necio, que aún lo es menos, y sí un hombre cabal e inteligente; si fuera un canalla, que en absoluto, y sí un hombre decente; si fuera un putero, que para nada, y sí un hombre cristiano y virtuoso; si fuera un chorizo, que sería impensable, y sí un hombre honrado; si fuera un zángano, que no hay quien se lo crea, y sí un hombre laborioso; si fuera un Rey de Copas, o si acaso de Oros, de Bastos o de Espadas, y sí un Saboya, un Austria, un Oldemburgo… el problema es que, en cualquier caso, él seguiría siendo un rey y, en consecuencia, nosotros unos vasallos. Y en ello radica el problema, en que no tenemos vocación de súbditos sino de ciudadanos. Por ello es que no queremos reyes, ni príncipes, ni infantas, ni nobles de cuna, ni cuentos de hadas, ni linajes reales, ni tronos de mugre, ni estirpes de sangre.

(Euskal presoak-euskal herrira/Llibertat presos politics)

 

Festival Internacional de Poesía de Madrid

Que la poesía es un oficio en vías de extinción ya no lo duda nadie. Unos lo achacan a la falta de lectores, otros a la escasez de poetas, y algunos más a la combinación de esas dos carencias. Al margen de lo que de cierto pueda haber en estas tres proposiciones, soy de la opinión de que sí hay buenos poetas y lectores. Lo que en verdad falta son espacios en los que los lectores y los poetas perdidos se conozcan y se encuentren. De ello, se supone, se ocupan las instituciones culturales y las editoriales.

De ahí, también, mi júbilo, cuando leí que “la ciudad de Madrid, con el coauspicio de varias instituciones de esta urbe literaria, entre las que destacan la Universidad Complutense de Madrid, la Casa de América, la Casa Árabe, el Ayuntamiento de Madrid, librerías de Madrid, el Ayuntamiento de Arganda del Rey y la editorial Verbum” invitaba a todos los poetas interesados, a participar en el IV Festival Internacional de Poesía de Madrid a celebrarse a finales de octubre.

Los poetas invitados y el público asistente -agregaba la nota- podrán asistir a recitales, lecturas, charlas y conferencias.”

Inmediatamente les escribí haciéndoles saber mi interés en participar y, un día más tarde, ya tenía la respuesta. Debía enviarles mi “currículo y una selección de 5 poemas para confirmarme que podría acompañarles en el evento”, una vez abonase la cuota de participación de 270 euros y, obviamente, me hiciera cargo, además, de mi viaje (ida y vuelta desde Azkoitia a Madrid), de mi hospedaje durante los tres días que dura el festival y de los desayunos, comidas y cenas que tenga por costumbre hacer, así como el transporte por los “diferentes espacios culturales y educativos de Madrid”, de lectura en lectura.

A cambio de mi labor y desembolso, que no todo lo va a aportar el Ayuntamiento de Madrid, la Universidad Complutense, la Casa de América, la Casa Árabe, el ayuntamiento de Arganda, las librerías y la editorial Verbum, mis poemas podrían formar parte de la antología del festival de la que se me obsequiaría un (1) libro así como el derecho de asistir a la comida de clausura cuya gratuidad no solo afectaría a mi asistencia sino, incluso, a la propia comida.

El 20 de julio termina el plazo para hacerles llegar mi satisfacción, los 5 poemas y los 270 euros como cuota de inscripción pero me temo que no voy a llegar a tiempo… ya me gasté la pensión.

(euskal presoak/euskal herrira-Llibertat presos politics)

¡Alarma!

A primeras horas de la mañana, aunque todavía no se ha confirmado el día, un hombre ha sido sorprendido en el interior de un banco cuando intentaba perpetrar un crédito sin que hasta el momento haya trascendido con qué intención. Según el responsable de la brigada de Salud Pública que fue alertada sobre las intenciones del sujeto, este se hallaba visiblemente perturbado por lo que tuvo que ser reducido cuando ya había accedido al interior de la sucursal y se disponía a acometer, alegadamente, un crédito hipotecario, amenazando al director de la entidad con asestarle dos avales y un pagaré. Fuentes no confirmadas aseguran que el sujeto ya había alertado sobre sus intenciones a través de Internet.

Un portavoz municipal ha declarado que fue la colaboración ciudadana la que permitió evitar el pretendido atentado contra la salud pública ya que otro usuario de la red, alarmado por los mensajes del individuo, todos en el mismo intimidatorio tono, les había llamado poniéndolos al corriente de sus febriles propósitos. La ciudad, de la que no se ha facilitado la identidad por estar el caso bajo secreto de sumario, ha amanecido consternada por el trágico suceso. Algunos vecinos del infeliz sujeto se han manifestado sorprendidos por la noticia ya que nunca habían advertido en el mismo nada extraño y, además, lo consideraban una persona normal y en absoluto capaz de una acción semejante. Rumores dignos de crédito afirman que el individuo pretendía avalar el crédito hipotecario con un salario que, presuntamente, habría adquirido trabajando. Es el primer caso en lo que va de año en el que una persona es detenida intentando gestionar un préstamo´ hipotecario y se teme que la acción del perturbado pueda provocar un efecto llamada y que en los próximos días se produzcan réplicas parecidas en otras sucursales por lo que brigadas de Salud Mental, a efecto de prevenirlas, ya han dispuesto un cordón de seguridad alrededor de todas las entidades bancarias y financieras.

(Euskal presoak-euskal herrira/Llibertat presos politics)