La capa de la invisibilidad

Ese es el nombre con el que científicos de la Universidad de Rochester de Nueva York han hecho público su extraordinario descubrimiento: ocultar grandes objetos a la vista. Según he leído, la “capa de la invisibilidad” consiste en una serie de lentes que en función de sus características y la posición en que se dispongan hacen desaparecer un objeto manteniendo inalterable su entorno.

Pero llegan tarde, muy tarde, porque hace siglos que los grandes medios de comunicación  descubrieron la forma de hacer desaparecer objetos, hechos, personas… sin que se alterase en absoluto la percepción de sus lectores. Tampoco su fe en los medios. Es más, cada día, esos medios descubren nuevos procedimientos para perfeccionar la capa de invisibilidad que utilizan en sus consejos de administración y que después se aplican en redacciones y estudios de televisión.

En estos días, por ejemplo, han conseguido desaparecer el secuestro y asesinato de decenas de estudiantes mexicanos, por reclamar recursos para la educación a manos del narco-estado que gobierna ese país; y han desaparecido, igualmente, el asesinato de un diputado nacional bolivariano y su esposa en Venezuela al igual que la responsabilidad del doble crimen.

La capa de invisibilidad de los medios, con tantos reportajes, paneles e informaciones que se siguen realizando sobre el ébola, también ha logrado hacer desaparecer a los centenares de médicos cubanos desplegados en los países africanos más castigados por ese virus, que no es sólo el mayor contingente de médicos desplegado en la zona, también el único.