Estados Unidos, país al que algunos siguen teniendo como referencia, como modelo a imitar y seguir, es, obviamente, el país más necesitado del mundo. Bil Gates ya señaló hace algunos años una de sus principales carencias: “Estados Unidos necesita crear leyes de inmigración que permitan la entrada en el país de gente inteligente”. Pero no es la única carencia.
Si es cierto, que lo es, aquel viejo pensamiento que cifra la riqueza individual o colectiva en la falta de necesidades, Estados Unidos es, obviamente, el país más pobre del mundo. Y es que precisa de todo.
Necesita más consumidores, más vehículos, más drogas, más armas, más televisores, más patatas fritas, más abogados, más medallas, más píldoras, más petróleo, más agua, más muros, más estadísticas, más estrellas. Necesita más guionistas, más producciones y anuncios publicitarios, más cárceles clandestinas, más sodas, más teléfonos, más sectas, más rascacielos, más estrellas, más analgésicos, más récords, más ordenadores, más moscas, más portaaviones. Necesita más pavos, más torturadores, más aplausos, más embajadas, más eufemismos, más hormonas, más dólares, más gimnasios, más bases militares, más secretarías de disculpas, más Oscars, más ventrílocuos, más pandemias, más mitos, más penas de muerte, más médicos, más hijos de puta, pero, sobre todo, más… psiquiatras.
(Euskal presoak-Euskal herrira)