Los medios no se equivocan

 

Hablo de esos grandes medios que se dicen informativos y alardean de objetividad e independencia. Por ello es que no yerran cuando mienten. Simplemente, cumplen con su papel.

Cada vez que distinguen, según dispongan sus dueños, entre disidentes o terroristas, artefactos o bombas, golpes de estado o presidentes interinos, algaradas o manifestaciones, linchamientos o incidentes, gobiernos o regímenes, solo hacen su trabajo: hacer creíble la mentira y convertir en delito la verdad.

Cada vez que juegan a la prestidigitación con la crónica del día y extraen de su chistera una boda o un divorcio de lujo con que entretener al auditorio mientras se van por el desagüe atropellos, desahucios, desalojos, deforestación, asesinatos de feministas, de ambientalistas, de líderes comunitarios, de sindicalistas, de pobladores indígenas… no es que equivoquen el punto de mira, es que se dedican a eso, a distraernos o, siendo un poco más crudo, a idiotizarnos… más.

Cada vez que los medios coinciden en llamar operación al expolio, retención al secuestro, maltrato a la tortura, conflicto a la matanza, cumplen con su papel de restaurar orden y pensamiento. No se están equivocando. Esa es su función.

De ahí lo innecesaria que es por su parte la disculpa que justifique el yerro porque no se trata de un problema moral o ético, de la corrección de un criterio errado o de una línea de trabajo inexacta. Los grandes medios de comunicación son parte del negocio y, como accionistas, también van a la guerra. Si les das crédito puedes acabar convertido en su soldado.

(Preso politikoak aske)

Noticias fugaces

No son habituales en los grandes medios. A veces te las encuentras, de improviso, incluso en primera página, pero antes de que termines de advertirlas, de querer saber más, ya han difuminado sus vaporosas estelas entre los titulares del día siguiente. Son noticias fugaces.

En estos días surcó la noche una fugaz noticia relacionada con el incendio de la Torre Windsor. Catorce años después de que ardiera en el corazón financiero de Madrid con más de cien metros de altura y 32 plantas ocupadas por agencias inmobiliarias, oficinas de abogados y demás despachos del repulsivo mundo del negocio, una noticia fugaz reabría la hemeroteca y removía los escombros.

El incendio se originó casi a medianoche en la planta 21. Los bomberos llegaron en tres minutos. Dicen los vecinos que ya olía a quemado antes de que ardiera. Alguien vio unas sombras. La culpa fue de un cigarrillo.

Y la noticia fugaz que vuelve y pasa repentina por los medios para dejarte una estela de excreciones y náuseas que termina en los sumideros del poder, con el imprescindible comisario Villarejo y el presidente entonces del BBVA, Francisco González, allá en las cloacas donde el Estado afina sus razones antes de que se bendigan en los medios y esta fugaz noticia vuelva a perderse en la noche.

(Preso politikoak aske)

1919-Vitoria Gasteiz

-¡J-1 llamando a Charly…! ¿Me escuchas Charly?

-¡Adelante J-1…cambio!

-Parece ser que las víctimas del 3 de marzo de 1976 en Vitoria también quieren que se les considere víctimas del terrorismo… ¿Qué hacemos Charly?

-¿Cómo que qué hacemos J-1? Nosotros no tenemos que hacer nada. Ya hicimos nuestro trabajo entonces y, por cierto, lo hicimos “a tope, a mansalva, sin duelo de ninguna clase”. Dos mil tiros, cinco muertos, 78 heridos… contribuimos “a la paliza más grande de la historia”. ¿De qué víctimas me hablas? Cambio.

-Bueno… tú sabes Charly, de las familias de esos muertos, de esos heridos. Al fin y al cabo hay quien dice que a la lucha de esas víctimas de entonces debemos esta democracia de ahora…Cambio.

-Vamos a ver J-1… ¿Tú has bebido algo? Nuestro trabajo consiste en producir víctimas, no en homologarlas. De la denominación de origen se ocupan los políticos, y esas víctimas tienen casi 40 años reivindicando su condición inútilmente y nada hace pensar que se les vaya a reconocer ahora lo que se les ha negado siempre. Cambio

-De acuerdo Charly, de acuerdo.

-Además J-1, las víctimas de terrorismo reciben ayudas económicas, reconocimientos públicos, primeras páginas, audiencias reales, medallas de Navarra… y a mayor circulación de víctimas mayor depreciación de las subvenciones.

-No entiendo Charly… ¿Puedes repetir? Cambio.

-Que aquí no hay más víctimas que las que nos pagan… ¿Me entiendes ahora? Imagínate que también quieran ahora las demás que se les reconozca como víctimas del terrorismo, todas las víctimas del franquismo, del postfranquismo, del neofranquismo… No alcanzaría el presupuesto nacional para pagar compensaciones a los damnificados por nuestro… trabajo. Cambio.

-Entendido Charly… me dispongo a comunicárselo a J.2 y J.3. Yo lo decía porque como las víctimas del 3 de Marzo de 1976 no eran terroristas, ni tampoco del entorno o del umbral, ni ecologistas en bicicleta, ni periodistas curiosos, ni estudiantes inquietos… sino trabajadores, pensaba que igual era diferente. Cambio.
-Oye J-1, hay otro problema al margen del mangoneo y es que si aceptamos que los muertos y heridos de Vitoria también son víctimas del terrorismo, también habrá que preguntarse por sus victimarios… ¿Comprendes? Cambio.

-No del todo…

-Digo que si asumimos que detrás de cada víctima hay un terrorista… ¿qué quieres entonces? ¿Qué sometan por terrorismo al propio Estado? ¿Qué la justicia aplique todo su rigor sobre quien siendo ministro y bajo el alegato de que la calle era suya, dio luz verde a la paliza más grande de la historia?

-Como quiera van a llegar tarde para enjuiciar a Fraga Iribarne.

-Pero no para llevar a los tribunales a todos los que desde el Estado han administrado las cloacas y siguen a su gobierno.

-Entiendo Charly…estaríamos. de darse el caso, frente a la vergüenza más grande de la historia. Cambio.

-Así es J.1, y hasta nosotros iríamos presos. Así que haz el favor de desalojar y dispersar aunque sea a tiros cualquier inquietud de tu cabeza y recuerda que no se nos paga para pensar sino para proceder. Cambio.

-De acuerdo Charly, entendido. Cambio y fuera.

(Preso politikoak aske)