Bolivia

Sí, es verdad, como dicen los grandes medios cuando la violencia viene de abajo, la violencia no es buena, provoca sufrimiento, dolor, también la ruina de un país. “Protestas en Chile dejan ya 23 muertos”, “Protestas ocasionan muertos y heridos en Ecuador”. Y es que los muertos no los provoca la brutal represión del gobierno chileno o ecuatoriano sino las protestas. Obviamente, las protestas tampoco son buenas, ocasionan sufrimiento, dolor, también la ruina de un país… pero como, desgraciadamente, las oligarquías latinoamericanas y el miserable mundo del negocio, no acaban de entenderlo y con los auspicios del régimen estadounidense se dedican a dar golpes de Estado cuando las urnas no les garantizan el poder, tienen mi comprensión y todas mis bendiciones cristianas y paganas, quienes en Bolivia crucifiquen a ese evangélico fascista y paramilitar de apellido Camacho y arrasen los cuarteles de los golpistas; y mi bendición también para quienes revienten a Piñera, a Bolsonaro, a Guaidó, a Duque, a Moreno y demás asesinos patrocinados por la OEA y Estados Unidos, hasta que el sufrimiento y el dolor les resulte tan insoportable a esos canallas que terminen renunciando a su maldita violencia, hasta que la ruina les sea tan dolorosa a esos miserables oligarcas, que nunca más se les ocurra dar un golpe de Estado.

(Preso politikoak aske)

¿Alguno del que se acuerde?

Sabes que tienes que dar una respuesta y que, posiblemente, no cuente la verdad, así que sonríes mientras finges una repentina sordera que te permita ganar tiempo… -¿Cómo dice?

No has superado el desconcierto pero al menos estás controlando el pánico. Una sonrisa más tarde respondes… -¡Sí, yo leo!

Te gustaría seguir repitiendo que sí, que lees, que no tanto como quisieras pero que lees, que desde siempre, en cuanto te levantas, antes de acostarte, en el baño, que lees de todo… a la espera de que la periodista que te eligió al azar entre los que íbamos por la calle se dé por satisfecha. No va a ocurrir. Cuando te interrumpe no es para darte las gracias por colaborar en el reportaje sino para seguir hurgando en la herida: -¿Cuál es el último libro que ha leído?

Tú ni te inmutas. Y volverse de piedra, congelada la sonrisa y la respuesta, no es una técnica de evasión de la que seas experto sino la tonta consecuencia de no saber qué carajo hacer. Piensas en echar a correr pero hasta para la huida se requiere valor; piensas en buscar en el reloj la excusa… solo toser sería más grotesco, así que descartas todo lo que no sea sonreír mientras ella se ajusta el pinganillo de la oreja y, generosa, amplia el perímetro de busca y te acerca el micrófono a la boca:

– ¿Alguno del que se acuerde?

(Preso politikoak aske)