Doña Yolanda Barcina (Alias La Alicatada)

¿Quién en la universidad

del Opus hizo carrera

y haciendo exquisito uso

de puntual habilidad

se abrió camino y vereda,

bulevares y avenidas?

-Doña Yolanda Barcina.

 

¿Quién a fuerza de empujones,

desde las alcantarillas,

fue trepando posiciones,

solapada y encubierta,

pisando reputaciones

y rezando avemarías?

-Doña Yolanda Barcina.

 

¿Quién tan taimada y ladina

fue tejiendo sus amarres

con Miguel Sanz de la mano,

y en el gobierno navarro

presidir del Medio Ambiente

la ambiental Consejería?

-Doña Yolanda Barcina.

 

¿Quién exige sacrificios,

renuncias, padecimientos,

inmolaciones, suicidios,

mientras triplica su sueldo,

trajina el que no declara

y se monta una piscina?

-Doña Yolanda Barcina.

 

¿Quién tuvo la desventura,

y a fe que hace falta ingenio,

de haber sido tan nefasta,

tan triste su desempeño,

que hizo bueno al “Diez por ciento”

de Pamplona en la alcaldía?

-Doña Yolanda Barcina.

 

¿Quién se marchó sin pagar

las tartas que mereciera

como puntual homenaje

al quehacer  de su cartera,

y pena que fuera escasa

tan dulce pastelería?

-Doña Yolanda Barcina.

 

¿Quién devino en consultora,

asesora de finanzas,

accionista sin acciones

de la Caja de Navarra,

cobrando por no tocar

ni siquiera la bocina?

-Doña Yolanda Barcina.

 

¿Quién puso tanto la mano

que ya su mano es un cuenco

o, si prefieren, dos cazos,

cuentas en blanco y en negro,

amores a fuego lento

y alguna casa escondida?

-Doña Yolanda Barcina.

 

¿Quién para estar en el medio

y no llamar la atención,

primero se puso a dieta

y después a comisión,

extras,  primas, extipendios,

cesantías diferidas?

-Doña Yolanda Barcina.