Obama y el pasado

Obama no es solo un anuncio, Obama es el mejor spot publicitario que ha producido su país. Con tantos actores de profesión que han llegado a la Casa Blanca o a gobernaciones como la de California, quien nunca pasó por un estudio cinematográfico ha terminado convirtiéndose, curiosamente, en el mejor actor en alcanzar la presidencia. De hecho, más que el Nobel de la Paz se merecía el Oscar.

Antes de salir de Cuba echó el cierre a su última función apelando a “olvidar el pasado y mirar al futuro” mientras sigue Cuba y el mundo (menos EEUU e Israel) reivindicando, como todos los años, el fin del bloqueo, y cuando después de más de un siglo del despojo de Guantánamo todavía sigue negándose Estados Unidos a su devolución.

También por Argentina, días más tarde, recurrió a la amnesia y hasta dispuso una imposible ofrenda floral en las tumbas de los desaparecidos insistiendo en lo oportuno de olvidar el terror de pasadas dictaduras militares y pasar página de la mano del actual presidente argentino que, como nadie, caracteriza el futuro que Obama predica.

Ocurre que no es posible plantearse el futuro en Cuba, en Argentina, en ninguna parte, sobre la base de prescindir del pasado y, pretenderlo, es la peor manera de tener siempre el pasado delante.

(Euskal presoak-Euskal herrira)

El primero y el último

Obama es el primer presidente de los Estados Unidos en reconocer que “América y el Islam coinciden y comparten principios comunes de justicia, progreso, tolerancia y dignidad de las personas”.

Obama es el primer presidente de los Estados Unidos en asumir “la deuda que la civilización tiene con el Islam”.

Obama es el primer presidente de los Estados Unidos en agradecer “el concurso de los musulmanes al desarrollo y progreso de los Estados Unidos”.

Obama es el primer presidente de los Estados Unidos en prometer que “no aceptará la legitimidad del mantenimiento de los asentamientos israelíes”.

Obama es el primer presidente de los Estados Unidos en afirmar que “la situación del pueblo palestino es intolerable y que ese pueblo tiene derecho a su dignidad, sus oportunidades y un Estado propio”.

Obama es el primer presidente de los Estados Unidos en asegurar que “ninguna nación puede imponer o debe imponer a ninguna otra sistema de gobierno alguno”.

Obama, no es el primer presidente de los Estados Unidos que miente.

(Euskal presoak-Euskal herrira)