¡Y el ganador es…!

Era tan ágil, tan rápido y tan fuerte, que en las Olimpiadas de la Supervivencia especuló mejor que nadie, defraudó como ninguno, malversó sin competencia, expolió a todos.

Era tan sensato, tan perseverante y tan inteligente, que en las mismas olimpiadas falseó la memoria ante el aplauso general, calumnió la verdad para salir a hombros, prostituyó la razón, nos mintió a todas.

Cuando ganó la medalla de oro en las Olimpiadas de la Supervivencia no hubo nadie que pudiera colgársela del cuello.

(euskal presoak-euskal herrira)