El canal 4 nos presenta el caso de una residencia psiquiátrica de Madrid gestionada por monjas que se niegan a dejar entrar a miembros de Protección Civil. Avisada la Policía de que algo extraño pasa, entran y se encuentran los cadáveres de dos monjas. Llevaban varios días muertas. Hay también una docena de residentes infectados y algunas monjas que tienen el virus. Por suerte (la locutora eleva el tono) “llegan miembros del Ejército por tierra y aire y logran controlar la situación”. Pasan imágenes de militares armados y de un helicóptero militar aterrizando (se ignora donde).
Todos los días y en todos los canales vemos reportajes con militares levantando hospitales de campaña, desinfectando estaciones, trasladando cadáveres, patrullando las desiertas calles, dando partes de guerra por televisión haya o no haya novedad en el frente. Hasta el rey aparece al mando.
Y me pregunto para qué carajo necesitamos bomberos que desinfecten, expertos que informen, municipales, transportistas, funerarias, médicos, enfermeras, biólogos… incluso monjas. ¿Para qué?
Es más, que CONFEBASK reemplace a los trabajadores en sus industrias, factorías y altos hornos por militares que lleguen por tierra, mar y aire.
Lo cantaba Evaristo con La Polla en su Séptimo de Michigan: “Va mal el negocio, manda la caballería”.
(Preso politikoak aske)