Sin sonrojarse

No son analistas políticos ni forman parte de los informativos de canal alguno, pero improvisan sus arengas en tascas en las que, sin sonrojarse, surtidos de tragos y entre los aplausos de los parroquianos, brindan por la guerra preventiva e insisten en que Europa debe seguir armándose porque la única manera de derrotar a Rusia y su inminente ataque es adelantarse. Los hay que, al despedirse, hasta se van del hemiciclo con una culta cita latina del tipo de “si vis pacem, para bellum”.

Las tascas, por fortuna, no gozan de credibilidad alguna. De ahí la necesidad de trasladar los análisis políticos, serios y rigurosos, a estudios de televisión, así como la encomienda de su objetividad a prestigiosos analistas titulados, salidos de las academias, que no de las tascas, y cuya ecuanimidad les permita, sin sonrojarse, brindar por la guerra preventiva e insistir en que hay que seguir armándose porque la única manera de derrotar a Rusia y su inminente ataque a Europa es adelantarse.

De la cita latina para el cierre del análisis ya se ocuparán figuras de la talla de Hillary Clinton cuando, sobre los escombros en los que van a convertir al mundo, repita entre risas y junto a sus socios europeos e israelíes aquello de “we came, we saw, he died”.

(Preso politikoak aske)