De “españolizar a los niños catalanes” de que hablara el ministro español Wert hemos pasado a españolizar a Catalunya. Y no, no van a desembarcar en Catalunya los Machado, Lorca, Picasso o Miguel Hernández… no. No van a ser ellos.
En primer lugar porque serían los primeros en negarse, y en segundo lugar porque los Tercios de Flandes que se aprestan a invadir la república catalana son los mismos de siempre, los tricornios, las monteras, la corona bajo palio, sotanas, escapularios, mantillas y peinetas. Son cachulis, campeadores, nazarenos, macarenas, pizarros, poceros y pantojas, y duquesas del alba y borbones de copas.
Mientras las cunetas del Estado español siguen escondiendo sus vergüenzas y el propio Estado se jacta de incumplir la ley de la Memoria, la historia que nos cuentan, y lo subraya el diccionario español, se nos va llenando de ecuánimes dictadores de objetivos procedimientos que nos legaron equitativos cadáveres de neutrales responsos.
¡Visca la República de Catalunya!
(Euskal presoak-euskal herrira)