De una historia de amor

El nunca le llevó flores.

Temía que las hojas le advirtieran

las somnolientas páginas de un beso

que no ha sobrevivido al horizonte

y alguna que otra ausencia.

Ella nunca habló de ausencias

por miedo a que las horas removieran

las somnolientas páginas de un beso

que no ha sobrevivido al horizonte

y algunas que otras flores.