Mis hijas y los Beatles

Hoy, mientras oíamos a los Beatles, entre el puré y la tortilla,  me he visto en la obligación de confesarles a Itxaso y Haizea, nueve años entre las dos, que en “Give peace a chance” yo hacía los coros, que su tía Mey tocaba el piano en “Imagine”,  que los Beatles fueron John, George, Paul, Ringo y su padre, y que yo todavía lo sigo siendo.

Las dos se lo han creído todo. Algún día descubrirán que es verdad.

 

Chascarrillo reciclado

Hubo una vez en Iruña un alcalde tan descerebrado que, por no dejar, ni dejó el nombre. Sólo se le recuerda por su apodo y por cierto etílico despendole que le sobreviniera al “Diez por Ciento”, (no confundir con Urralburu… tres por ciento) estando de vacaciones en Galicia.

Nadie creyó nunca que encontraría la muy ilustre ciudad de Pamplona otro alcalde más zafio, más por ciento, pero como “Navarra siempre p ´alante”, (NASIPA S.A. le llamaba el “Diez por Ciento) muy pronto llegó el desmentido. Se llamaba Barcina el chascarrillo, y pulverizó todas las marcas registradas en el museo de la estulticia navarra, incluyendo la del mentado por ciento.

La última deposición de la Barcina fue también la más sonada. La entonces presidenta de Navarra, sorprendida con las manos en la masa, sin turbarse ni disgusto, argumentó en su defensa: “Hay que olvidar el pasado y hay que mirar al futuro”.

En compañía de otros prominentes cómplices, era la Barcina parte de la “Comisión Ejecutiva de la Junta de Entidades Fundadoras”, pomposo alias que usaban de coartada para vaciar el erario público. “Siempre ha sido así” corroboró otro comisionado.

Razón tenían los dos. Llevaban apandillados en comisión toda su vida y ejecutando patrimonios ajenos toda la nuestra.

No sospechaban entonces que la ciudadanía iba a hacerles caso y, como bien proponía la presunta,  a mirar a un futuro que acabó por llevarlos a la cárcel y al olvido, aunque no recuerdo el orden. Creo que primero fueron los tartazos, tres, uno detrás de otro. De la Barcina, al final, sólo quedó este chascarrillo.