¡Viva Fidel!

 

Yo no voy de una fábula a fingir un responso

 ni acepto un desenlace por una controversia,

 ni voy por un pecado a ignorar el infierno,

 ni por un desatino transijo una condena

o que una discrepancia culmine en alboroto

 y un funeral descargue de culpa el cementerio.

Yo no voy de una lágrima a invitar a un sepelio,

ni intercambio aspavientos por sinceros aplausos,

ni divinos naufragios por humanas tormentas.

No voy de un eslabón a hacer  una cadena,

ni me duele una cruz más que sangra un calvario,

ni un rescoldo me inquieta como alarma un incendio,

ni cambio la palabra común por un poeta

o me aflige una cuenta tanto como un rosario

y un disparo me aturde más que un parte de guerra.